¡Hasta Vencer!

Las dos festividades religiosas más importantes del cristianismo: Semana Santa y Navidad, que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección y el nacimiento de Jesucristo han sido convertidas con el transcurso de los años en épocas que lo que menos tienen es religiosidad.
Y como lo que existe son muchos días de ocio las personas los aprovechan para beber y comer en demasía, que, unido a la velocidad y el manejo temerario de los vehículos, se han convertido en días de preocupación por la cantidad de muertes que se producen.
No han valido los esfuerzos, las recomendaciones y los operativos implementados por las autoridades para prevenir los accidentes automovilísticos y las intoxicaciones alcohólicas y alimenticias, la gente se entrega a los deseos y no piensa en los excesos.
Este año como todos los anteriores, los operativos comenzaron temprano con la esperanza de que haya la menor cantidad de sucesos lamentables, a veces se piensa que es tiempo perdido porque parece que las palabras entran por un oído y salen por el otro sin dejar nada en la mente, pero nunca hay que desmayar, hay que seguir aleccionando y trabajando ¡Hasta Vencer!