¡Es lo normal!

Cada vez que ocurre un cambio de gobierno, a los empleados públicos les entra un desasosiego que sólo se calma cuando pasan los días y hasta algunos meses después de la llegada de los nuevos funcionarios o la ratificación de los que estaban.
Es lógico que así suceda, aunque esto acontece también en las empresas privadas ya que todo administrador o director suele rodearse de aquellas personas que han trabajado junto con él en otros estamentos y conoce de su capacidad y lealtad.
En el sector público tenemos la carrera administrativa que garantiza los empleados que están en ella la permanencia de su empleo, aunque lógicamente, todo nuevo funcionario se llevará a aquellos muy cercanos y capacitados.
De manera que los movimientos se producen en todas las instituciones y las vacantes de una se llenan en otra y viceversa, no hay que preocuparse mucho, los puestos que cambian son los altos, los demás se quedan iguales, ¡Es lo normal!