Hace tan sólo diecinueve días que se fue el año 2014 y aunque estuvo lleno de trabajos políticos desde los primeros días de su enero, las cosas han tomado un rumbo que han ido aclarando el panorama electoral para el 2016.
Desde los primeros días de este enero, año 2015, las situaciones en los partidos han ido moldeándose de una forma tal, que las elecciones para el 2016 se vislumbran otra vez con el enfrentamiento que hace unos veinte años estamos teniendo: PLD vs PRD.
Las otras dos opciones que parecían podrían ser una tercera fuerza se han ido consumiendo ellas mismas, el PRSC, con un nuevo presidente que anunció un rompimiento con el Gobierno y por ende con el PLD, ha seguido viendo el alejamiento de sus figuras tradicionales que se mantienen unidas a la alianza con el partido de gobierno.
Y el PRM, un desprendimiento que surge de otra de las rebatiñas que son la historia en el PRD, ha mantenido ese mismo tipo de conducta y lo que se presumía sería una agrupación unificada con voluntad de poder, se está cocinando en su propia salsa.
El PLD, aunque algunos piensan que por la cantidad de aspirantes podría no estar unificado, sí lo está, porque todos sus dirigentes saben, al igual que sus militantes, que esa es la única forma de mantener el poder que hace once años detentan de manera ininterrumpida.
Así que entre ellos no hay ningún tipo de problema en nuclearse alrededor del ganador y decirles a cualquiera de los pre candidatos, a los que pudieran haberle mostrado simpatía antes de la convención y que haya resultado perdedor ¡y si te vi ni me acuerdo!