¡viernes trece!

Un viernes que caiga en el día 13 de cualquier mes se considera un día de mala suerte en la mayoría de las culturas occidentales. Existen supersticiones similares en otras tradiciones; particularmente, en Grecia y en los países hispanohablantes, el martes 13 tiene el mismo papel, al igual que el viernes 17 en Italia.
Clínicamente, el miedo a los viernes 13 se llama parascevedecatriafobia (la Parasceve es la preparación de la Pascua), collafobia o bien friggaatriscaidecafobia (la palabra Friday, “viernes” en inglés, procede del nombre de la diosa vikinga Frigga), y se trata de una forma de triscaidecafobia, que es la fobia al número 13.
El número trece, desde la antigüedad, fue considerado como de mal augurio por varios motivos, entre los principales, el hecho de ser el siguiente número primo después del doce (el doce sería tenido en gran estima, dadas su practicidad y cualidades matemáticas). En la última cena de Jesús, trece fueron los comensales; tanto la Cábala como las leyendas nórdicas enumeran a 13 espíritus malignos.
En el Apocalipsis, el capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia; una leyenda escandinava cuenta que en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal, era el decimotercer invitado; esto se «cristianizó» más tarde al decir que Satán(Abadón) era el 13º ángel (Apocalipsis).
En el Tarot, este número hace referencia a la muerte aunque no solo significa muerte sino también significa cambio: cambio de estado, de vida, etc. Todo es cuestión de superstición de manera que hay que pensar que es un día igual a los demás el ¡viernes trece!