Desde mañana jueves comienzan a ejecutarse las medidas extraordinarias anunciadas por el Pdte. Medina para todo el país debido a la pandemia del COVID-19, el periodista banilejo Miguel Franjul, director del Listín Diario, editorializó sobre la situación que encaramos y como nosotros nos parece correcto nos unimos a su voz.
La nación está convocada desde hoy a someterse a uno de sus más cruciales sacrificios: el cumplimiento estricto de un conjunto de medidas destinadas a enfrentar, de la mejor manera posible, la pandemia del coronavirus.
Cuando asomaron las primeras señales de que el virus había llegado al país de manera importada por extranjeros, este diario y muchos sectores de la sociedad reclamaron al gobierno que aplicara los protocolos de salud y de índole social y económica para contener la epidemia.
Anoche, el presidente Danilo Medina enumeró un conjunto de disposiciones propias de un estado de emergencia, que tendrá que ser declarado por el Congreso, que en principio apuntan hacia el distanciamiento social, a la suspensión de actividades comerciales, artísticas, políticas, educativas, deportivas y de otra índole durante 15 días.
Dispuso que las personas mayores de 60 años de edad que trabajan en el gobierno tomen licencias para quedarse más protegidos en sus hogares, una medida que ya han adoptado los ayuntamientos del Distrito Nacional y de Santiago.
Habrá que ver si el sector privado procede en la misma dirección, asumiendo las consecuencias que implica la inasistencia de un número de personas de esa edad en adelante.
Como se trata de medidas escalonadas, primeras de una serie que habrán de venir más reforzadas según evolucione la epidemia, es preciso que la ciudadanía le dé el mayor cumplimiento.
En un país acostumbrado al irrespeto generalizado de las leyes, a no tenerle miedo ni a la autoridad ni a la justicia, conseguir el cumplimiento de estas medidas de excepción debe ser el gran reto de toda la sociedad.
Es un momento tan crítico y tan peligroso para la salud humana y debemos unirnos todos para sobrevivir a las amenazas de este enemigo de la humanidad que es el coronavirus. Lo que ha propuesto el gobierno no es un feriado ni mucho menos. Es la parte nodal de una estrategia de sobrevivencia nacional.
Unámonos, pues, en el distanciamiento, por el bien de todos.