Así es el inicio de un versículo del Eclesiastés uno de los libros del Antiguo Testamento de la Biblia y que como todo lo que hay en el llamado Libro de la Vida es una enseñanza y una manera de vivir para los que tienen fe y también para los que no.
En esta semana la Asociación de Productores y Directores de Cine de República Dominicana celebraron la segunda premiación para reconocer lo mejor del llamado séptimo arte de manufactura nacional y realmente entusiasma el derrotero que lleva nuestro cine.
Aunque en los años cuarenta nuestro país dio al cine mundial una estrella de gran magnitud como lo fue María Montez nunca tuvimos una industria cinematográfica y lo que sucedía de vez en cuando y en años muy espaciados era la realización de una película y nada más.
Luego de la incursión de Luisito Martí y Angel Muñíz con la comedia Nueva York, Por fin llegó Balbuena que tuvo un gran éxito comercial en el país y en Nueva York, se produjo un incremento de realizaciones con ese mismo tenor: actores cómicos de la televisión llevados a la pantalla grande en lo mismo.
Se ha criticado que la mayor producción esté enmarcada en esos parámetros pero ya tenemos otros géneros y el resultado ha sido gratificante porque se han logrado reconocimientos internacionales y sigue el entusiasmo, de manera que como dice la Biblia, no hay que desesperarse porque ¡todo tiene su tiempo!