¡Te ganarás el pan con el sudor de tu frente!

Hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres y al polvo volverás! Génesis 3:19-21. Desde entonces así ha sido y así seguirá y es bueno repetirlo este uno de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
Con el transcurso del tiempo se ha ido logrando buenas condiciones de trabajo y salarios apropiados, pero no siempre son logrados por las grandes mayorías y por eso en la generalidad de los países la clase trabajadora se mantiene reclamando sus derechos.
La discusión se establece entre empresarios-quienes contratan y pagan- y empleados-quienes hacen posible la producción-los primeros siempre buscan recibir mucho trabajo por poco dinero y los segundos, mucho dinero, aunque haya que trabajar duro.
Parece ser que nunca habrá un consenso ya que los intereses priman de ambos lados y aunque las partes se necesitan mutuamente, los que pagan saben que para los otros es necesario trabajar y se aprovechan de eso.
Como es un día de celebración internacional hemos recordado situaciones que no tienen un país especifico y un mandato divino ¡Te ganarás el pan con el sudor de tu frente!