La sentencia 168-2013 del Tribunal Constitucional de RD que establece las normas para adquirir la nacionalidad dominicana y la regularización de los extranjeros residentes en el país, ha puesto al desnudo las intenciones de países y organismos en lo que atañe a RD y Haití.
Miembros del Caricom solicitaron que la OEA conociera en una de sus sesiones la sentencia del TC de RD porque según ellos “afecta a segmentos poblacionales de diferentes países miembros”.
El Gobierno dominicano envió una representación para que estuviera presente en la sesión y explicara los alcances de la aplicación de la misma y la política migratoria del país, lo cual hizo con gran maestría el Consultor Jurídico del PE, César Pina Toribio.
Pero lo más relevante del caso, lo dio a conocer en su intervención el presidente de la JCE, Roberto Rosario, cuando dijo que todos los que han estado criticando la sentencia del TC, incluido el Secretario Gral. de la OEA, José Miguel Insulsa, le admitieron que no la habían leído.
Es decir, se introdujo un tema en esa sesión, acompañado de críticas ácidas y descalificaciones a RD, oyendo tan sólo las opiniones de Haití y su lobby de defensores, sin escuchar a República Dominicana y sin leer el fallo que criticaban.
Esa parece ser también la tónica que impera en los “dominicanos” que defienden más a Haití que a RD, pero que como reciben apoyo económico de oenegés interesadas, dan visos de verdad al refrán que dice “por la plata baila el mono”