La sentencia del Tribunal Constitucional que establece que a los hijos de ilegales de tránsito en el país no les corresponde la nacionalidad dominicana ha provocado, como es natural, un gran revuelo entre los haitianos y los dominicanos pro haitianos enquistados en “oenegés” que reciben dinero de fuera.
Desde hace mucho tiempo dominicanos han denunciado las pretensiones de potencias extranjeras de unificar la isla para de esa forma ellas quitarse de encima los problemas que les acarrea una emigración haitiana que no les agrada.
En nuestro país hemos sido muy temerosos en cuanto a tomar decisiones que pudieran afectar a una enorme cantidad de haitianos que viven ilegalmente aquí, porque ellos tienen un manejo extraordinario de la simulación y son unas “víctimas profesionales”.
Además de que son secundados en las mentiras que propalan en los organismos internacionales por unos dominicanos, que como viven del dinero que les llega de fuera, atestiguan como cierto y respaldan sus acciones engañosas.
Figuras de la talla del Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, el Presidente del Senado y el Director General de Ética e Integridad Gubernamental, tres eminentes abogados, han defendido la sentencia del TC y han recordado a la ONU y a Haití que somos un país soberano.
¿Se ha involucrado alguna vez la ONU o los Derechos Humanos en ese mismo tipo de acciones que a diario cometen EUA, España y otros grandes países de Europa? ¿O es solamente el de coger piedras para los más chiquitos?