¡Sin saber que hacer!

Parecería que los dominicanos frente a todo lo que vienen haciendo los haitianos estamos como quien no sabe qué hacer, atropellos vienen y van y nosotros nos quedamos como la tabla de picar carne o el saco de golpear que tienen los boxeadores para entrenar.

Ante los últimos desmanes producidos en el consulado dominicano en Haití, asaltado y violado, incluso con la quema de una bandera nuestra, el Ministerio de Relaciones Públicas envió una nota de protesta y llamó a consultas al embajador como se estila en los medios diplomáticos para demostrar enfado.

Pero los haitianos se mantienen en sus trece y ratifican que el asesinato de un haitiano en nuestro país, que está en manos de la Justicia dominicana y que se sabe fue producto de sus connacionales, ha sido un acto de racismo y xenofobia y así lo han desinformado en todo el mundo.

Provocaron la renuncia de su embajador en nuestro país y nombraron uno nuevo sin recibir el placet del gobierno dominicano, es como si se dijera “yo puedo hacer lo que me dé la gana, porque ellos tienen miedo a lo que yo diga o desdiga internacionalmente”.

La situación se ha ido poniendo cada vez más como dice el refrán: “pasando de castaño a oscuro” y una mayoría de la población piensa que parece que nosotros estamos ¡sin saber que hacer!