Al igual que la Iglesia Católica unas 500 iglesias y movimientos protestantes se han pronunciado en contra del nombramiento hecho por el Presidente de EE.UU Barack Obama del Sr. James Brewster, confeso gay, y un ardiente activista de los derechos de los homosexuales, sobre todo del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Reconocen que cada persona tiene derecho de abrazar el estilo de vida que quiere y que cada gobierno es libre de nombrar el Embajador que crea representa mejor sus intereses, pero también que el país seleccionado es libre de aceptarlo o no.
En RD se han producido acaloradas discusiones entre los bandos que están de acuerdo y los que no, y los medios de comunicación han sido escenario de estos debates tanto a nivel local como por la internet, llegándose a tildar de homófobos irracionales a los que están en contra.
Quizás lo que mucho critican es la sinceridad de Mr. Brewster y su activismo en procura de unas reivindicaciones, que naturalmente no se corresponden con su labor de Embajador y de las cuales el Gobierno norteamericano ha dicho no hará, pero que no habría forma de separar.
En todas las profesiones y sociedades del mundo de hoy existe la homosexualidad, que no es nueva, sino que desde el inicio de la creación a pesar de que “macho y hembra los creó y les ordenó multiplicarse”, ha habido los que muchos llaman relación contra natura.
¿Por qué Obama al recibir estas protestas desde RD no lo nombra en un país que no tenga esas aprensiones y que inclusive hayan aprobado lo que llaman matrimonio homosexual?