El caso político de RD es realmente triste, no se sale de una campaña electoral no bien se juramenta un nuevo gobierno, cuando comienzan los aprestos para las próximas elecciones que son al cabo de cuatro años.
En los partidos perdedores se queda una resaca por no haber conseguido los resultados esperados, pero esa especie de hibernación dura muy poco tiempo porque de inmediato comienzan las aspiraciones a aflorar y a buscar la nominación presidencial.
Lo realmente extraño ha comenzado en esta ocasión en el Partido de la Liberación Dominicana, que es el partido gobernante, ha iniciado un tercer período en el poder de forma consecutiva, y no bien había cumplido seis meses, cuando se revelaron las aspiraciones.
Lo impensable de la situación es que quienes se han lanzado abiertamente son funcionarios del actual gobierno que se supone deben dedicar todos sus esfuerzos para que se realice una buena obra ya que sin ella no hay un 2016 victorioso.
Todos estos ruidos de los aspirantes que buscan empañar o dificultar la gestión actual, porque aquí se hace campaña desmeritando al gobierno para presentarse como la solución, lo único que conseguirá es que el pueblo vea una especie de canibalismo entre ellos mismos.
La salida apresurada de varios aspirantes provocó que el expdte. Fernández se lanzara al ruedo y entonces comenzara de manera firme lo que en principio parecía una especie de dejarse ver, ya sí es una verdadera campaña porque quien se ha tirado es uno que ha sido tres veces Presidente.
Y el Gobierno de Danilo Medina que apenas tiene unos 13 meses no ha tenido respiro ni tranquilad y lo extraño es que se lo ha provocado su propio partido.