El uso de la papa como alimento se establece hace alrededor de 7.000 años, en la región andina de América del Sur, que comprende los actuales países de Perú y Bolivia, donde se cultivaron desde esos tiempos, innumerables variedades. Con el tiempo, su uso se extendió por todo el mundo y se convirtió en un alimento básico en la gran mayoría de los países.
Tal como las conocemos hoy, las papas fritas se originaron entre Bélgica y Francia. Los franceses se adjudican la invención del plato; se dice que a fines del siglo XVIII sobre el Pont Neuf de París se instalaban los vendedores de esta delicia, que preparaban a la vista de sus clientes dentro de braseros y sartenes.
Por otro lado, los belgas relatan que las cocinaban en dos etapas: en aceite y con grasa, los franceses, en cambio, afirman que sólo lo hacen en aceite. Si bien no hay ciencia cierta de por qué el 20 de agosto se celebra mundialmente el Día de la Papa Frita, los bares y restaurantes aprovechan la ocasión para preparar sus mejores recetas.
Lo cierto es que las llamadas comidas rápidas del mundo de hoy no están completas si no vienen acompañadas de ¡Papitas fritas!