Una parte de la población dominicana se ha alarmado por lo que considera una campaña política a destiempo y pide la intervención de la JCE para que llame la atención a los partidos de manera que detengan el proselitismo, pero será en vano.
Hay una carrera por lograr la nominación presidencial y eso ha levantado la efervescencia ya que los políticos dominicanos consideran que camarón que se duerme se lo lleva la corriente y que quien da primero, da dos veces.
El año que viene hay dos procesos: el congresual y municipal y el presidencial, de suerte tal que tan pronto inicie el año tenemos elecciones y en el quinto mes, otras, las que mayor virulencia provocan y las que desde que se juramentó el presidente de la República en agosto del dieciséis iniciaron el conteo.
En el PLD hay casi una decena de aspirantes a la nominación y en el PRM, unos cinco, en los otros partidos minoritarios no hay mucha alharaca porque sus presidentes son sus candidatos. Lo que se siente en las calles y en los medios de comunicación es prisa por demostrar apoyo ya que ningún político quiere que lo agarren asando batata.
Así que todas esas reuniones, mítines bajo techo y encuestas de preferencia que se publican cada semana ¡No son de extrañar!