Es uno de los mandamientos de la Ley de Dios entregados a Moisés en el Sinaí para que fueran la guía de vida del pueblo elegido y que desde el mismo momento de su puesta en conocimiento ha sido seguido por unos y desobedecido por otros.
Son diez las ordenanzas, que luego Jesús sintetizó en dos, pero que con su cumplimiento hacen realidad el decálogo entregado al conductor del pueblo judío por el desierto a la salida de la esclavitud y camino a la tierra prometida.
Dijo Jesucristo: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, de manera que si tú te amas no querrás nada malo para ti, mucho menos la muerte, aunque aparecen quienes se la quitan a sí mismo, por diferentes motivos, sobre todo desequilibrio emocional.
La Iglesia Católica Dominicana está invitando al pueblo a una jornada nacional de oración para el próximo domingo pidiendo a Dios ilumine las mentes de los jueces del Tribunal Constitucional de manera que fallen en favor de la vida en la apelación sobre el aborto que ha llegado hasta ese alto tribunal.
Nos alarmamos cuando vemos crímenes atroces que se cometen contra niños, jóvenes, adolescentes, adultos y envejecientes de ambos sexos, pero nos sentimos poco conmovidos ante una muerte provocada a un feto desarrollándose en el vientre de una mujer y alegamos diferentes excusas para justificarla.
El mandamiento de la Ley de Dios es claro al respecto pero desde siempre lo hemos desoído ¡no matarás!