¡Mucho y poco!

Así podría considerarse el extraordinario avance que vivimos los seres humanos en algunas partes del planeta, sobre todo en lo que tiene que ver con la ciencia y la tecnología, parece ser que vamos con facilidad a los extremos.

Lo que podemos hacer con las computadoras y teléfonos inteligentes es tan impresionante que el gran grueso de los usuarios no llegamos a conocer bien hasta donde se puede llegar en su manejo.

Pero esa mucha conectividad tiene el gran defecto de la poca seguridad que podemos lograr por la fragilidad de las mismas, ya que están llenas de todos nuestros datos, y ya sabemos que quien hizo la Ley hizo la trampa.

El celular inteligente, esa portentosa maravilla, es ahora, más que nunca, el objetivo principal de los “hackers” esos ladrones cibernéticos que no tienen escrúpulos para violar tu privacidad y robarte hasta la identidad.

Estamos conectados como nunca antes en la historia,  personas de cierta edad aún no creen, aunque lo vean que esas cosas sean posibles, como muchos tampoco creyeron en su época, la llegada del hombre a la luna.

Vivimos una era de invenciones fabulosas, no hay pausa y nos hemos acostumbrado a ellas, ¿hasta dónde llegaremos? Nadie sabe, pero estamos en los extremos, ¡mucho y poco!