Hoy es la celebración del Día Internacional del Envejeciente una palabra que por más vueltas que se le dé quiere identificar al viejo, que es lo correcto, ya que la Real Academia de la Lengua no la tiene registrada como tal sino el verbo envejecer.
Pero lo que nos atañe no es esa disquisición gramatical ya que hay palabras que por su uso cotidiano y abusivo terminan por quedarse en el habla popular y con el tiempo la Academia cede y las acepta, caso hay de más.
Lo importante de esto es la cifra que se nos da a conocer en este día: que cada dos segundos 58 millones de personas en todo el mundo llegan a la condición de viejos, en el entendido de que son así quienes llegan y pasan de sesenta y cinco años.
La longevidad es un don de Dios y como tal en muchas culturas desde hace mucho tiempo son respetados y cuidados y tomados en cuenta para el buen desarrollo de la sociedad, pero aquí es otro cantar, aunque hace unos años se ve una preocupación al respecto.
Hemos querido aprovechar el inicio del mes de octubre, que en nuestro país abre las puertas a las actividades relacionadas con la navidad, para que pensemos seriamente que no solamente en esa época debemos visitar a aquellos que gozan de una larga vida y darle uno que otro regalito.
Lo importante es agradecer porque tengamos seres a los podamos llamar ¡viejos y hacerles sus vidas cómo si siempre fuera navidad!