Por lo regular los opositores a un gobierno tratan de sacar de sus casillas al presidente de turno en busca de que cometa errores y ellos aprovechar esas circunstancias en beneficio propio, no importando que el período eleccionario esté distante.
Como en nuestro país al momento después de ser juramentado un nuevo jefe de Estado la campaña se reinicia, noten que el discurso que pronuncia el mandatario recién instalado es criticado acerbamente por los perdedores, no hay tranquilidad, ni siquiera receso de la oposición.
En este nuevo Gobierno de Danilo Medina no ha habido sosiego, Marcha Verde, Odebrecht, elección de los nuevos jueces para las Altas Cortes, los haitianos, la supuesta división en el PLD, la delincuencia, el Intrant y un sin número de etcéteras.
Todo esto magnificado por aquellos que hace tiempo no pueden derrotar a los peledeistas, que con sus altas y sus bajas y con sus defectos, la mayoría de la población piensa que son los menos malos de nuestros políticos y por eso los vuelve a elegir.
Alguien dijo una vez que para conducir una nación era necesario tener una cabeza fría, los pies sobre la tierra y el oído en el corazón del pueblo para tomar las decisiones correctas y así actuar en el beneficio de la mayoría y de esa manera se ha comportado el presidente Medina, haciendo ¡Lo que hay que hacer!
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