Esa es la exclamación en los países en los cuales el invierno es exageradamente frío y blanco por la nieve con los árboles desnudos porque han perdido su follaje a la espera de la primavera y naturalmente el verano.
Ahora los días son inmensamente largos y las noches extraordinariamente cortas ya que todavía a las nueve está la luz del sol, las temperaturas son muy altas y por tanto las personas se mantienen ligeras de ropa.
Claro, en nuestros países caribeños la diferencia no es tanta porque se pudiera decir que solo tenemos dos estaciones, verano y un friíto en diciembre y enero, pero no tan exagerado que las personas no puedan ir a las playas, los turistas así lo demuestran, es nuestra temporada alta de visitantes.
Las bebidas refrescantes y la belleza de la mujer más a la vista, los colores alegres y las fiestas organizándose por doquier con música mucho más festiva hacen manifestar con júbilo que ¡Llegó el verano!