Los últimos cuatro meses del año tienen esa terminación y como es la parte final de ♪un año que viene y otro que se va♪ la gente cambia su estado de ánimo y no le presta mucha atención a la dedicatoria que tiene cada uno de esos meses.
Septiembre es el mes de la Biblia y todas las iglesias, de las diferentes denominaciones, realizan actividades relacionadas con el “libro de los libros” y procuran hacer que su lectura se convierta en un hábito para los no muy apasionados de la religión.
La Iglesia Católica en todas sus parroquias profundiza su lectura y busca entusiasmar a los jóvenes para que lo hagan su libro de cabecera, se regalan Biblias en diferentes sectores y se enseña su lectura.
Octubre es el Mes de la Lucha contra el Cáncer; Noviembre es el Mes de la Familia y Diciembre es el Mes de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y tiene el día final del año, las dedicatorias todas son buenas y no significan el sentido que popularmente se les ha dado.
Es tanto así, que al mes número doce lo llaman “bebiembre”, por aquello de las celebraciones que desde el mismo primer día se suceden, es difícil que borremos esta concepción, pero es bueno que no olvidemos su verdadera dedicación.
Septiembre es el Mes de la Biblia, no lo olvidemos cuando digamos con alegría ¡llegaron los bre!
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