¡La Anunciación!

La Anunciación celebra el anuncio de Dios de la divina maternidad a María, a través del Arcángel Gabriel. Según el Evangelio, el Arcángel Gabriel entró en la casa de la joven María, prometida de José, en una ciudad de Galilea llamada Nazaret.

El Arcángel se presentó con las palabras ahora famosas: «Ave María, llena eres de gracia, el Señor es contigo». Sorprendida, María no entendía lo que Gabriel venía a decirle y, cuando él vaticinó su embarazo, María no comprendía cómo podía alumbrar siendo virgen. Fue entonces cuando Gabriel le explicó que el Espíritu Santo que descendería sobre ella para fecundarla.

El día de la Anunciación se añadió al calendario cristiano tardíamente y, como particularidad, coincide con el equinoccio de primavera. Además, en la tradición católica, otros eventos tienen lugar en la misma fecha: el primer día de la creación del mundo, la caída de Adán y Eva, el sacrificio de Isaac, la muerte de Cristo en la cruz, o el Juicio Final.

Este acontecimiento bíblico es celebrado tanto por los católicos como por los ortodoxos. Las fechas cambian únicamente por los diferentes calendarios (juliano y gregoriano respectivamente) empleados por las dos tradiciones.

En memoria de este episodio de la Biblia, las iglesias del todo el mundo recitan el Ave María durante la misa organizada ese día. La tradición teológica destaca que esta fórmula contiene el nombre de Eva al revés, lo que da un sentido más místico a la Anunciación.

Esta toma forma de un mensaje de alegría y liberación, confirmado por el texto original escrito en griego donde el saludo de Gabriel es «XAIPE», que significa «Alégrate». La Anunciación anticipa entonces la llegada próxima del Cristo.