Este treinta de mayo se cumple un año más del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo Molina el hombre que desde que inició su mandato como presidente de la República Dominicana lo hizo en base a la traición y el fraude.
Durante treinta y un años gobernó con mano dura, no permitió libertades y eliminó físicamente a sus opositores de manera inmediata o los hizo morir en las cárceles de torturas que estableció en el país y que mantenía llenas de sus contrarios.
Con tantos años en el poder no todo fue sombra ya que, como todo en la vida, nada es completamente malo o totalmente bueno, es como dice la canción que popularizó Marco Antonio Muñiz, ♪ Luz y Sombra♪.
Su influencia se ha mantenido desde entonces en algunos aspectos de la política y es tema de conferencias, seminarios, análisis y uno de los motivos principales de nuestros escritores que han publicado innumerables libros y artículos.
Llegaron a decirle sus opositores a manera de burla, Chapita, pero sus seguidores y aduladores le endilgaron numerosos títulos siendo quizás el más rimbombante y menos merecido el de Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva.
Con un deseo de que nunca más tengamos un gobernante así, hoy treinta de mayo recordamos el inicio de nuestra libertad ¡Hace cincuenta y seis años!
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