Aunque en todo el territorio nacional existen los colmados, la marca nacional para identificarlos es el banilejo, a todos los colmaderos, por lo menos en la capital del país, los compradores no le saben el nombre y lo llaman por Baní, en el entendido que es nativo de esa ciudad.
Muchos merengues y anuncios comerciales de radio y televisión cuando hablan de colmados o productos para vender en colmados ese es el personaje que utilizan y la gente ha llegado a pensar que solo el banilejo tiene colmado.
En el Listín Diario de hoy hay un interesante reportaje que habla como la modernidad y tecnología han llegado a este tipo de negocios de ventas al detalle, que luego de incorporar a los llamados deliverys para las entregas a domicilio ahora reciben los pedidos por wasap.
De manera que el cliente no tiene necesidad de perder tiempo trasladándose al negocio o asumiendo riesgos de atracos o agresiones violentas por parte de los delincuentes. La transformación de los colmados, que por años han servido como el “banco de los pobres”, porque fían mercancías y hasta prestan a los vecinos para salir de apuros, es otra muestra de que la sociedad dominicana trata de montarse en el vagón de la modernidad, para no quedarse paralizada en el andén de los modelos del pasado.
Ahora tenemos ¡El colmado on line!