Desde hace mucho tiempo varios presidentes de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía han procurado poner un poco de orden en el desarreglo que se ha producido en las transmisiones de radio y televisión.
Han propugnado para que no se permita que personas no autorizadas por ese organismo regulador puedan hacer uso de un micrófono en funciones de locutor o comentarista pero ha sido en vano.
Argumentan los opositores a esta medida que no es necesario estar autorizados o haber presentado un examen para laborar como tal ya que esa fue una disposición de la tiranía trujillista para tener un férreo control sobre la radio.
Aunque siempre han existido todo tipo de profesionales, buenos y malos, cultos y no tan cultos, respetuosos e irrespetuosos, lo que hace un tiempo sucede en nuestra radio y televisión es realmente insultante.
Para todas las profesiones es necesario estar acreditado, haberse preparado para ejercerla y recibir un diploma, exequatur o permiso que lo autorice, ¿por qué se niegan a que la locución sea acreditada con un carnet?
Apoyamos la lucha del actual presidente de la CNEPR, locutor J.M. Hidalgo y esperamos reciba también el apoyo del Gobierno, el adecentamiento no será de la noche a la mañana, pero debe irse moderando es ¡difícil pero se puede!