Se celebra el 22 de mayo de cada año, por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 20 de diciembre de 2000, en la Resolución 55/201. Este día fue creado para «informar y concienciar a la población y a los Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad». La fecha se eligió por coincidir con el aniversario de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado en 1992.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el instrumento internacional para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos», que ha sido ratificado por 196 países.
Si bien cada vez somos más conscientes de que la diversidad biológica es un bien mundial de gran valor para las generaciones presentes y futuras, el número de especies disminuye a un ritmo acelerado, debido a la actividad humana.
En la actualidad, tenemos acceso, en general, a una mayor variedad de alimentos del que tuvieron nuestras generaciones precedentes. Sin embargo, a pesar de que la oferta se ha vuelto mucho más diversa en muchos lugares del mundo, la dieta mundial en su conjunto, lo que la gente realmente come, se está homogeneizando y esto es algo peligroso.
Las celebraciones de 2019 en este Día se centran en la biodiversidad como la base de nuestra alimentación y salud, y como catalizador clave para transformar los sistemas alimentarios y mejorar la salud de los seres humanos.