Recuerdo haber leído en un libro de un escritor motivacional lo que él consideraba había provocado el auge de la pornografía en el cine, escribió, que cuando la censura que imperaba en Hollywood dejó una frase soez en la película Lo que el viento se llevó, esto desencadenó una serie de frases y palabras soeces en filmes subsiguientes que ya no se pudieron detener.
En nuestro país, con anterioridad, para usted poder hacer uso de los medios radiales y televisivos tenía que pasar un examen que ofrecía la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía para la función que le interesaba desarrollar.
Como locutor, como comentarista deportivo, comentarista de noticias, narrador deportivo y cualquier otra rama, no importaba que usted fuera un destacado periodista con una cultura a toda prueba, para hablar por radio y televisión tenía que pasar ese examen, oral y escrito.
La profusión de los canales UHF y de cable y de las emisoras en AM y FM y las facilidades de la internet con páginas, blogs y redes sociales ha liberalizado de tal forma la comunicación que ahora nadie está seguro en su honra ni en su vida privada, cualquiera lanza una mentira, una infamia, que pasa como con la leche derramada.
Dios creó al hombre y le dio el libre albedrío, pero parece ser que el ser humano nunca ha sabido que hacer ¡Con tanta libertad!