¡Coces contra el aguijón!

El apóstol Pablo está considerado como uno de los grandes teólogos por toda la enseñanza que ha dejado escrita en la Biblia con sus cartas o epístolas a diferentes comunidades en el inicio de la propagación del cristianismo, después de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Pero, no siempre fue un seguidor, sino todo lo contrario, era un ardiente perseguidor de los cristianos y en esas labores andaba camino a Damasco cuando “caímos todos a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón”.

Esta era una expresión proverbial entre los griegos para caracterizar una resistencia inútil: como la del buey, que al dar coces contra el aguijón, sólo consigue lastimarse. No pretendemos dar clases sobre la Biblia, nada más que hacer una similitud con la oposición  de algunos a la reforma constitucional.

Desde hace tiempo las encuestas vienen diciendo como es la preferencia del electorado y la más reciente habla de que casi un 70% quiere que se haga para que el actual Presidente se pueda presentar nuevamente como candidato a la Presidencia de la República.

Sabemos que a veces nos consideramos insustituibles y que en ocasiones nos lo demuestran, pero de igual forma esos mismos vientos cambian de rumbo y nos dejan con poca aceptación, entonces es cuando tenemos que apelar a nuestra inteligencia, porque es duro dar ¡coces contra el aguijón!