En nuestro comentario de ayer titulado Todo tiene su tiempo hablamos sobre el desarrollo experimentado por la industria cinematográfica de nuestro país y el tiempo que nos había tomado para llegar adonde estamos.
Esa misma idea queremos ampliarla hoy haciendo una relación de cómo han ido cambiando las formas de protesta y de llamar la atención sobre problemas que nos agobian como sociedad y para los cuales buscamos solución.
En años anteriores lo que primaba era el hacer huelgas de forma violenta-casi obligada por los promotores de las mismas- que dejaban saldos de muertes de personas y destrucción de propiedades, todavía quedan algunos desorejados que las promueven, pero son los menos.
Este domingo la Iglesia Católica-que todo lo que promueve y hace es en base al orden y al respeto- realizará una caminata en favor de la familia y en contra de los antivalores, será a nivel nacional y aquí en la capital en el Malecón para terminar con una misa oficiada por nuestro cardenal.
Las caminatas son la mejor forma de denuncias y de protestas, así tenemos: por la vida, por la salud, por Loma Miranda, por el 4% para la educación, etcétera. Nos ha tomado tiempo llegar a esa forma de pedir reivindicaciones y de presentar objeciones pero como dice el Eclesiastés todo tiene su tiempo.
De manera que la consigna para este domingo es asistir a la ¡caminata por mi familia!