Hace ya más de una semana que la Presidente del Senado y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, Cristina Lizardo, hizo una petición a los partidos y a los políticos de que hubiera la tradicional pausa por la navidad, pero nadie ha respondido ni ha pausado.
Es realmente increíble el activismo y proselitismo que tenemos desde que se cumplieron los primeros días de la juramentación del nuevo gobierno el 16 de agosto del 2012 parecería como si en las próximas elecciones del 2016 se fuera a jugar la vida del país.
Tenemos una cantidad de aspirantes para las candidaturas presidenciales y otra enorme cantidad para los escaños en el Congreso, así como para las alcaldías y regidurías, que mete miedo por lo exorbitante y por las calidades.
Pero como hay tal desesperación, todos esos aspirantes piensan que si dejan pasar unos días sin hacer declaraciones, promesas, reuniones bajo techo y a campo abierto, perderán un favor que ellos piensan, tienen.
Y según como van las cosas, ellos, los políticos, pretenden seguir con su misma cantaleta hasta en los días navideños, hagámonos los sordos, no escuchemos sus invitaciones a reuniones políticas y dejemos que hablen solos, como dicen hacen los locos.
Porque es necesario que tengamos un respiro navideño ¡aunque ellos no quieran!
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