A la generalidad de los seres humanos nos gusta siempre escuchar las cosas que nos convienen, las que van de acuerdo a nuestra forma de pensar, la que queremos que todos acepten, queremos que digan lo que favorece a nuestros intereses particulares.
Ahora que Mónica Moura, la esposa de Joao Santana, publicistas brasileños que trabajaron en las campañas de Danilo Medina en los años 2012 y 2016, ha declarado ante un juez brasileño que trata los casos de sobornos de la empresa Odebrech, que en esas campañas del PLD nunca hubo dinero foráneo, los que querían oír lo contrario pretenden desacreditarla llamándola mentirosa.
En nuestro país uno de los más importantes empresarios nacionales, quizás el de mayor fortuna, dueño de varias empresas de diferentes ramos, Pepín Corripio, ha dicho que las campañas de Danilo Medina fueron pagadas por empresarios locales, y él sabe porque lo dice.
Los que esperaban que desde Brasil se dijera una mentira para ellos armar un maremágnum, ahora no saben qué hacer y andan buscando cualquier pifia para poder seguir con su campaña aviesa, quieren que los brasileños digan lo que nunca fue ¡Así que bueno es!