Las autoridades haitianas, envalentonadas porque todas sus mentiras son aceptadas por organismos internacionales y países grandes que los apoyan pero que no los quieren cerca, cada día ponen más difícil nuestra relación.
Cobijados bajo el lamentable calificativo de ser “el país más pobre del continente” y vivir de limosnas, más no así bajo un programa de ayuda para resolver la situación y tratar de echar hacia adelante, tratan de que nosotros seamos su soporte, pero con condiciones puestas por ellos.
Hemos hecho un Plan de Regularización de Extranjeros y no han colaborado, ni siquiera entregándoles identificación a sus nacionales, todo lo contrario, han boicoteado el plan propalando más mentiras de las acostumbradas.
Cada vez que sale el sol y tenemos un nuevo día, así también una nueva situación creada por ellos y en la que no tienen el mínimo interés de sentarse a dialogar para buscarle una solución, realmente lo que estamos pasando los dominicanos, no lo merecemos.
Es necesario que de una vez por todas, esos organismos internacionales y países grandes sean honestos consigo mismo y admitan que a ellos no les importa Haití, que quieren su solución pero que esta sea dada por República Dominicana y ¡así no se puede!