Les compartimos el editorial de este día del único periódico vespertino del país, El Nacional, que trata sobre la situación que vive el mundo en la actualidad.
Los líderes de las siete economías más grandes del mundo occidental (G-7) se reúnen desde ayer lunes en Kananaskis, Alberta, Canadá, para discutir tensiones comerciales, conflictos en Ucrania, Oriente Medio, fragmentación geopolítica y cambios políticos, por lo que tendrán que lidiar con un mundo al revés, que se agrieta por todas partes.
Jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Francia, Japón, Canadá, Reino Unido e Italia acuden a ese encuentro con la tarea de evitar un encontronazo mayor con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en temas geopolíticos y de comercio, pero tendrán que agregar a su lista de prioridades el grave conflicto bélico entre Israel e Irán.
Dos días antes del encuentro del G-7, Israel lanzó un ataque a gran escala contra instalaciones militares y nucleares de Irán, durante el cual murieron altos mandos militares iraníes, lo que provocó una respuesta de Teherán con una andanada de misiles sobre territorio israelí.
La Unión Europea, que participa en esa cumbre en calidad de invitado, intentará disuadir a Washington para que revoque los aranceles sobre las exportaciones de sus 27 países, aunque Trump presionará para que la UE aumente el gasto militar en un 15 % de su Producto Interno Bruto (PIB).
El conflicto entre Israel e Irán podría extenderse por Oriente Medio, con la advertencia de Jordania e Irak, de que no permitirán que Tel Aviv viole sus espacios aéreos y la participación de grupos pro iraníes que operan en otros países, a lo que se agrega la advertencia de Trump de que Estados Unidos podría involucrase en ese conflicto.
La guerra entre Rusia y Ucrania, otro de los temas de agenda del G-7, se agrava a pesar de la promesa de Washington de alcanzar un cese al fuego, pero también la mayoría de esas economías disienten de la política aplicada por Trump que desalienta el rol de Kiev en la conflagración.
Como si fuera poco, el encuentro con líderes del G-7 sorprende a Estados Unidos en medio de manifestaciones contra la política migratoria aplicada por la Casa Blanca, con el asesinato de una senadora estatal y la muerte de un manifestante, así como los enfrentamientos con sus aliados en torno a la declaratoria de guerra de aranceles.
Conflictos bélicos, económicos o geopolíticos afectan hoy a los entornos de Rusia, Ucrania, Oriente Medio, Península Coreana, Estrecho de Taiwán, frontera de India y Pakistán, con riesgo adicional de crisis en la cadena de comercio mundial, por lo que puede decirse que literalmente el G-7 aborda un mundo al revés.
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