Por nuestra ubicación en el Caribe, todos los años durante la temporada ciclónica nos vemos en la misma situación que encaramos ahora, preparación para el posible paso de un huracán y advertencias por todos los medios de comunicación para evitar acciones descabelladas.
Ha sido una mala costumbre que cuando se avisa la inminente llegada de un huracán por cualquier zona del país cierta cantidad de personas se van a tratar de ver cómo se comporta el mar y lo hacen acompañados de alcohol.
Los gobiernos hace muchos años que tienen que llevar obligadas, a personas que viven en lugares proclives a sufrir con dureza las consecuencias de los fuertes vientos y las lluvias, a centros preparados para socorrerlos, porque ellos no quieren salir de sus humildes viviendas.
Desde este mismo lunes el Gobierno se ha declarado en sesión permanente y ha activado a todos los organismos de socorro para tratar de evitar la pérdida de vidas humanas ya que los bienes, aunque se pierdan se pueden reponer, pero las vidas no.
No espere hasta el último momento para hacer caso a las orientaciones que desde ya se están ofreciendo, el Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer, usted haga lo propio, esta es otra ocasión en que corresponde hacer ¡A cada quién lo suyo!
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