El destacado cantante boricua Vitín Avilés en los años setenta y ochenta pegó esta canción en toda Latinoamérica y el Caribe que todavía se sigue tocando en las emisoras de baladas y boleros, en especial en los espacios con música del recuerdo.
En nuestro país como en otros del resto del mundo se ha expandido la convocatoria a manifestaciones populares a través de las redes sociales y la denuncia de supuestos actos de corrupción en gobiernos y organizaciones de la sociedad.
Desde hace aproximadamente un año tenemos un llamado Movimiento Verde que se mantiene organizando marchas en todas las ciudades en contra de la impunidad y corrupción, la iniciativa no es mala en sí, lo preocupante es la negación de sus propios dirigentes al decir que no tienen motivaciones y ribetes políticos.
Ahora unos sacerdotes de la Iglesia católica denuncian una supuesta irregularidad en la venta de unos terrenos por parte del Arzobispado de Santo Domingo, acto realizado hace ya unos tres años y que se conocía por las vallas colocadas en el lugar anunciando la construcción de un enorme centro comercial.
Y uno se pregunta si esos sacerdotes y los que se han unido a ese coro no veían el proceso de edificación que duró cerca de un año y tiene más de uno de inaugurado, ¿qué pretenden? ¿Dar a entender que todas nuestras instituciones están permeadas por la corrupción y las que ellos representan no?
¿O es que quieren mantener al pueblo en una especie de zozobra mezclando muchas cosas para que todas se le peguen al Gobierno? ♪Por qué ahora♪