A veces las situaciones que se nos presentan, tanto a nivel personal como de conglomerado, como país y gobierno parecen abrumarnos de tal forma que llegamos a pensar que nunca pasarán esos momentos amargos y conflictivos.
Como país, desde hace unos meses, estamos como la arepa “candela por arriba, candela por abajo” o por mejor decir, comentarios desafortunados y mentirosos desde afuera apoyados por iguales desde adentro.
La ocasión es propicia para que recordemos una canción que el español Julio Iglesias popularizó hace algunos años y que es un mensaje real y verdadero y nos ayuda a ver la vida y a vivirla en toda su realidad.
♪Unos que nacen otros morirán, unos que ríen otros llorarán, aguas sin cauces ríos sin mar, penas y glorias, guerras y paz. Siempre hay por quien vivir y a quien amar, siempre hay por qué vivir, por qué luchar, al final las obras quedan las gentes se van, otros que vienen las continuaran, la vida sigue igual.
Pocos amigos que son de verdad, cuánto te halagan si triunfando estás, y si fracasas bien comprenderás, los buenos quedan los demás se van, la vida sigue igual♪
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