La generalidad de los seres humanos nos enfocamos casi siempre en las cosas monumentales porque llaman poderosamente la atención y nos gusta formar parte de quienes ocupan las luces y las cámaras, aunque sea por los famosos quince minutos de fama.
Es lo que sucede con frecuencia en nuestro país, vemos y condenamos los casos trágicos que suceden, pero nunca reconocemos los esfuerzos que hacen las autoridades para prevenirlos o solucionarlos después de sucedidos.
Y así en toda la cotidianidad, vemos lo malo, pero no lo que, por pequeño, no llama la atención porque queremos una respuesta inmediata a situaciones que llevan tiempo de creadas y son difíciles de eliminar, para tener una idea, aquí les tengo las letras de esta canción escrita por Joan Manuel Serrat.
Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.
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