El merenguero Héctor Acosta hizo popular este merengue que incluso llegó a ser utilizado en una de las campañas electorales de Joaquín Balaguer llevándolo al triunfo en uno de sus últimos períodos.
Pues, como quien no quiere la cosa, de esa forma vienen los haitianos copando casi todas las actividades y territorios en nuestro país que según parece a la larga será de ellos y ya no por invasión bélica.
Desde hace tiempo se vienen denunciando situaciones en la frontera y aunque últimamente las autoridades civiles y militares dominicanas aseguran que está blindada, ese blindaje parece que es con cartón.
Siguen las entradas ilegales de embarazadas haitianas para dar a luz en nuestros hospitales, a un nivel tal que los presupuestos de esos centros se ven casi diezmados por esa situación, y todo como si no fuera nada.
Los legisladores de los pueblos fronterizos han denunciado la interferencia de emisoras haitianas con las dominicanas y la falta de señales de teléfonos móviles por la misma causa, y todo como si nada.
Aparte de la presión internacional que nos atemoriza y sólo queremos hacer lo que ellos decidan, también tenemos grupos de dominicanos que en aras de unos pretendidos y acomodados derechos humanos, unen sus voces, sabrá Dios en busca de qué.
Hubo una época en que una frase publicitaria andaba de boca en boca por la cantidad de esos vehículos en el transporte urbano y que decía “cuente los Austin”, bueno haga eso mismo pero no con carros, si no con haitianos.
Y ya verá cómo es que estamos, y ha sido sin prisa, cómodamente ♪ a pasito lento ♪